Seda marina – El biso dorado

Un tejido natural marino único

Cuando pensamos en tejidos naturales, pocas veces nos viene a la mente la seda de mar, un tipo de tejido que se obtiene del bivalvo Pinna nobilis, la nacra, que puede alcanzar hasta un metro de altura.

Estos animales son endémicos del Mediterráneo y se adhieren con su pie verticalmente en el lecho marino. De su biso salen unos filamentos sedosos que , una vez procesados, forman esta delicada seda tres veces más fina que el cabello humano.

muschelseide.ch

La historia de su uso se remonta a Egipto, aparece en las inscripciones de la Piedra Rosetta como un impuesto a pagar en “biso”, también aparece en la antigua Grecia cuando se llamaba “lana de mar” o en el Imperio Romano. Recibió el evocador nombre de “seda de sirena” en China, describiendo la nacra como “oveja acuática”, el animal del que se obtendría la lana.

La tela elaborada por los filamentos del bivalvo es fina y muy ligera, de tonos color dorado o ámbar. La seda de mar siempre ha sido rara y muy valiosa, llegando a ser utilizada únicamente por nobles y dirigentes, y pagada con precios muy altos. Hay que recoger el penacho o biso, lavarlo varias veces, secarlo y cepillarlo para proceder al hilado.

Chiara Vigo ©

En peligro de extinción

Lamentablemente, con el paso del tiempo, las poblaciones de Pinna nobilis se han visto amenazadas por la sobreexplotación, la pesca de arrastre y la destrucción de su hábitat natural (en praderas marinas junto la Posidonia oceanica). Hoy es una especie en grave peligro de extinción.

En la actualidad, solo unas pocas mujeres de la isla Sant’Antioco conservan su arte, como un tesoro milenario. Chiara Vigo es quizás de las últimas personas en conocer los secretos del biso.

Chiara Vigo ©

El museo de Historia Natural de Basel (Suiza) empezó un proyecto sobre la seda marina en 1998, en el que recopila toda la información posible sobre su historia y sus usos, así como establece un análisis lingüístico de los términos biso y seda marina en todos los idiomas posibles a través de los siglos. Vale la pena echar un vistazo a su web, aunque de momento solo ofrece información en alemán.

La situación del biso actual

En 2019 un turbante de seda marina salió a subasta en Nueva York. Un turbante que estiman, requeriría el biso de unas 80 nacras. Por suerte, la Unión Europea ha prohibido la recolección de nacras, así que los pocos artesanos que quedan de la seda marina ni venden ni compran biso, únicamente pueden elaborar el tejido si aparece el animal en alguna red de pesca accidental o como hace Vigo, que se sumerge para cortar unos centímetros de biso sin arrancar el bivalvo del fondo marino.

Guante de seda marina – años 20. Wikipedia Commons

Además, desde el 2017 se ha reportado un descenso de individuos en el mediterráneo debido a un parásito que ataca fatalmente a las pinnas. Los investigadores intentan relocalizar a los individuos sanos y criar larvas de pinna en tanques, aislándolas del contagio.

Un tejido maravilloso, sin duda, y que nos hace soñar. Recuerda cuidar del mar y de las playas, hogar de tantos y tan fantásticos organismos: es un ecosistema esencial para nuestro planeta.

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Más información:

  • Catanese, G. et al. (2018). Haplosporidium pinnae sp. nov., a haplosporidan parasite associated with mass mortalities of the fan mussel, Pinna nobilis, in the Western Mediterranean Sea. Journal of invertebrate Pathology. 157: 9-24.
  • Decálogo de buenas prácticas por si te encuentras una nacra
  • Vídeo de Arianna Pintus mostrando cómo se trabaja el biso
  • Imagen de portada: via Greenarea.com

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